viernes, 20 de marzo de 2015

Existe la verdad y la verdad


Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.
Johann Wolfgang Goethe.


¿Qué tan delgada es la línea entre querer informarnos o la búsqueda de demostrar que tenemos la razón? La imperiosa necesidad de perseguir la primicia constante (aún siquiera sin confirmarla e incluso hasta con la chance de que no sea cierta) le dieron un rol preponderante a las redes sociales hoy en día, además de la interesante posibilidad de crear nuestro propio "1984" seleccionando a nuestro criterio que queremos leer y que ni siquiera se nos cruce.

Así y todo todavía muchos elegimos medios más "tradicionales" como diarios o noticieros. Canales de comunicación que tienen fecha u horario determinado de llegada al consumidor, método que en estos tiempos que corren genera que nos lleguen temáticas por demás expuestas en todos lados, incluso quedando desactualizadas en algunas oportunidades.

Entonces, ¿por qué con estas condiciones y posibilidades que ofrece el escenario informativo seguimos eligiendo ciertos medios? ¿Qué es lo que realmente buscamos? ¿Quizás una vez al tanto de algo nuestra necesidad pase por otro lado? ¿Nuestra afinidad o tendencia a desprestigiar un medio tendrá que ver realmente con una forma de como manejan las noticias o de si manejan las noticias como a nosotros nos gustaría?

Es cierto que el ingenio popular no descansa. Es casi una cuestión de culto de la sociedad actual convertirse diariamente en directores técnicos, economistas, peritos judiciales, líderes políticos, en fin, expertos en opinología. Cuando nos disponemos a elaborar teorías, no importa si nos referimos a una muerte, delitos sexuales, vidas privadas, menores de edad, problemas sociales, no existe límite alguno. Ahí es cuando nos enchufamos a los medios de comunicación para convertirlos en simples canales que alimenten el morbo al extremo y nos acerque cada vez un poco más al "te lo dije", aparantemente lo único que importa como si las cuestiones de fondo simplemente fueran un juego de rol o una ficción.

¿Acaso no tengo razón?

0 comentarios: